Síndrome Postvacacional. Prepárate para la vuelta al trabajo

Has pasado unas estupendas vacaciones con tus amigos y familia y ahora no sabes porqué estás más cansado que antes de irte a disfrutar del periodo estival, ¿verdad?¿Tienes desgana, irritabilidad, nerviosismo, estrés y/o ansiedad? ¿Te cuesta dormir? ¿Te sienta mal cualquier alimento que ingieres? ¿No te ves con fuerza para enfrentarte a nuevos proyectos profesionales ni personales?

 

Si estás sufriendo alguno de estos síntomas o más de uno puede ser que tengas SPV. No temas, no es tan grave: una de cada tres personas son portadoras de SPV, más comúnmente conocido como Síndrome Post-Vacacional.

 

Antes de comenzar a preocuparte y realizar búsquedas en internet como si fueras un erudito de la medicina, te recomiendo que te relajes, te tomes las cosas con filosofía y te pongas manos a la obra con algunos de estos consejillos:

 

  • Organiza tu vuelta al trabajo con tiempo. Es decir, si puedes finaliza un par de días antes tus vacaciones para que tengas tiempo de descansar, organizar las tareas domésticas  (poner lavadoras, realizar algo de compra, deshacer las maletas…) y que no llegues al trabajo casi con el bañador puesto y los restos de arena en el bolso.

 

  • Una vez en el trabajo, ve poco a poco, no te pegues una paliza el primer día. Empieza a asumir tus responsabilidades paulatinamente. Todos necesitamos un periodo de readaptación para que no nos de un sincope.

 

  • No te lleves trabajo a casa desde el primer día de vuelta de tus vacaciones, a no ser que sea indispensable.

 

  • No quieras hacer miles de planes a la vuelta de las vacaciones para cumplir con todos tus amigos y familia a los que no has visto en el último mes. Hazlo poco a poco, pues todo el mundo requiere de un periodo de relajación en casa después de disfrutar de unas vacaciones, y debes readaptarte a tus costumbres.

 

  • Aprovecha los primeros fines de semana tras las vacaciones para descansar y estar los lunes a tope de energía y, así, poder aguantar toda la semana.

 

  • Adopta una actitud positiva. Trata de poner una sonrisa en la cara, comenta tus vacaciones con los demás; pero no añores las vacaciones. Piensa en las cosas buenas que te esperan durante el año: proyectos interesantes, ese curso que tienes pendiente de hacer desde hace tiempo, tus clases en el gimnasio , etc.

 

  • Por último, si sigues sin encontrar motivación, piensa que el año siguiente habrá más vacaciones y si te dan ganas de sentirte fatal piensa que en los tiempos que corren es una suerte tener un trabajo al que volver después de las vacaciones.

 

¡Mucho ánimo!